Antipropósitos del 2007.

Encuentro de lo más fascinante esa entusiasta costumbre de algunas personas por formularse una y otra vez sus propósitos para el año nuevo: este año si haré ejercicio, este año bajaré de peso, este año acabo la tesis, este año si me caso... Pero no, ese año ni se casaron, ni se titularon, ni perdieron peso ni hicieron nada diferente de los otros años, incluyendo los propósitos de año nuevo, que como en los anteriores años, también esta vez son exactamente los mismos.

¿Inercia?, ¿Resistencia al cambio?; seria aburrido meternos en tales vericuetos ontológicos que nada más plantearlos ya empiezan a darnos flojera; a mí, al menos. Por eso, aceptando que cambiar es complicado, voy a proponerme no cambiar... así no hay pierde. Por eso, déjame enseñarte mi lista de anti - propósitos para el 2007; un colagge de todas esas cosas que hago y que voy tercamente a seguir haciendo le pese a quien le pese.

Independientemente de las personas a las que tenga el gusto o disgusto de conocer, aviso que no tengo planeado perder mi vena sarcástica. Se que no es sano conservarla, que es ser agresivo - pasivo y que a la mitad de la gente no le causa demaciada gracia; pero me caigo muy simpático cuando soy sarcástico y ni modo.

He hecho la concesión de madurar, pero quiero que quede claro que no envejeceré más de lo necesario, ni tengo entre mis planes el volverme solemne con el paso del tiempo. Lamentablemente seguiré jugando rol con mis amigos, viendo caricaturas, siendo surrealmente absurdo y viendo las cosas con desenfado. Después de todo, no se hacerlo de otra manera.

Para mí, hacer ejercicio es el único modo que tengo para dialogar con mi cuerpo; en el gym platicamos y veo como está, lo que le pasa y cómo se siente, y yo le digo que le eche ganas, que aún nos faltan muchos años y que estamos bien, que hacemos buen equipo. Se que eso a la gente la desconcierta, y dicen que soy adicto, superficial y mil cosas más. Esta bien, a veces lo que la gente habla dice más de sí misma que de a quién se lo dicen; así que seguirán hablando y yo seguiré en el gimnasio, aunque deba hacer mil malabares con mis horarios para que el tiempo me alcance.

Nop, no voy a casarme. La gente bienintencionada seguirá preguntando sin ninguna malicia porqué no me he casado y porqué no tengo hijos... o porqué no me ajusto a su heredado paradigma de lo que es una vida exitosa. Aviso que seguiré respondiendo con la misma ligereza burlona de siempre y nada más, básicamente por cortesía. No es necesario azotarle en la cara a esas pobres almas lo que yo opino de su modus vivendi y de la mediocridad con la que me parece que sobreviven sus vidas.

Y ligado con lo anterior: no, esto ni se cura ni tiene nada en sí que pueda arreglarse. Creo cada vez menos en la relación heterosexual y sus dinámicas, y mantendré mi proyecto de vida amorosa como va, aunque eso implique el que deba renunciar eróticamente a las féminas, a quienes parece que no les hace mucha gracia la bisexualidad monogámica. A la par, les pongo al tanto de que me seguiré negando a ser categorizado; si no me etiqueto yo, no veo la razón de dejar que alguien más lo haga por mí.

¿Narcisista?, ¿Egocéntrico? Perdonen pero tampoco va a quitárseme eso aunque se termine el año... o el mundo. Dejenme explicarlo: soy alguien habituado a decirle a la gente que conosco, en tanto que les conosco, que son excelentes personas, que les quiero y que son admirables; ¿sería igual de creíble si todo ello no me lo dijese también a mí mismo? Vamos, para reconocer que eres lo máximo, debo reconocer primero que también yo lo soy.

Desde niño he sido un esteta ...y veo con entusiasta resignación que lo seguiré siendo. Quizá pierda tiempo valioso de la vida, probablemente sea a corto plazo mucho menos productivo que los demás y es, además, tremendamente plausible que sacrifique la lógica a favor de la belleza, pero es así como quiero que sea mi mundo. Confío plenamente en el deleite visual, auditivo y táctil para energizarme el alma, porque además de esteta soy y seré irremediablemente un tremendo hedonista.

No me quitaré lo curioso, seguiré leyendo para coleccionar datos inservibles, haciendo preguntas obvias a la menor provocación y buscando insistentemente lo que sólo dios sabe qué. Aún seré metiche y preguntaré con inevitable indiscresión lo que caprichosamente deseo entender de las personas, independientemente de que elijan o no responder a mis preguntas... o actuar contra mis inoportunos comentarios cuando digo impulsivamente lo que creo que veo.

Dejo sentado que muy probablemente moriré sin haberme emborrachado una sola vez y mantendré mi necedad contra las drogas independientemente de lo que me siga costando. No hay juicios de valor de pormedio, no veo mal a quienes consumen ni me causa escozor de ningún tipo, pero al final, en mi proyecto de quién quiero ser, no se incluye el haber relegado el control de mí mismo a una sustancia ajena a mi modesto biometabolismo.

Me mantendré adicto a la gente, fluctuando entre mi soledad innerente y la socialización. Honrado por tener los amigos que tengo y contento por su compañía; buscando a cada momento aprender de ellos y a la par tratar de hacerles la vida más sencilla. Seguiré haciendo equipo para darle buena marcha a este negocio que es la vida.

Seguiré retando a mis miedos y dándoles caza sin cuartel, dándome cita con la angustia y mis debilidades, para luego verlas caer... o aceptarlas sin reparo una vez que resultan ser más fuertes de lo que suponía. Alcabo cualquier árbol puede dar frutos.

Quizá deba mencionar que continuaré siendo iconoclasta y contradictorio, perdone usted si cuestiono demasiado y pienso lo que digo luego de haberlo dicho. Soy una obra en construcción y no lo he podido evitar: me muevo de un extremo a otro del péndulo en la búsqueda del mítico punto medio, y a veces, una vez que lo he encontrado, me pasa que lo hallo muy gris y me refugio de nuevo en alguno de los extremos.

Tengo espíritu nudista, lo cual suele ser una garantía de que seré franco. Auguro en mi presente mediato más personas escandalizadas, más juicios y prejuicios y condenas a mi proceder, pero me he resignado. Seguiré desnudando mi alma en un afán presuntuoso por ser conocido... y no sólo el alma.

Dejo refrendado mi antiguo compromiso con la suerte. Seguiré cachondeando con la vida y convenciendo al universo de conspirar secretamente a mi favor. Vivir confiado es una forma de vivir y la fé un modo de percibir al mundo. Me declaro como un creyente sólido del karma, del cosechar sólo cuanto siembras y de lo justo, que no siempre se entiende bien desde lo humano...

Mantendré mi conflicto, haciéndome cargo de mí mismo y regodeándome en mis éxitos, pero encargándome de mis fracasos. Continuaré siendo terapéutico conmigo mismo, e inevitamblemente con los demás. Me he tratado como un otro al quien cuidar y a partir de eso he aprendido a cuidar a los verdaderos otros, pero aún me construyo conscientemente y esa chamba no acabará sino hasta haber muerto. Lo asumo, elegí el camino difícil y eso me vuelve heróico; y vuelve heróicos a otros, porque no soy el único que eligió esta forma de estar con la vida.

Helos ahí. No se trata de ser intransigente... pero es que la vida nos pone tantas y tan distintas situaciones, tantas personas y escenarios, que aunque no lo queramos ni nos demos cuenta, vamos cambiando; pensando, al final, como no hubiéramos pensado y actuando como jamás hubiéramos actuado. Quizá si en el presente definimos lo que no es lastre en nuestra forma de ser, podemos soltar con más facilidad lo que no nos importaría dejar atrás de lo que hoy somos, independientemente de si nos casamos, si nos volvemos ejecutivos de importantes empresas, si llegan los hijos, enviudamos, nos jubilamos o etcétera.

Es una manera de afrontar la incertidumbre del devenir, saber que pase lo que pase hay cosas que no cambiarán porque yo, en mi caso, no lo permitiría; y es un parámetro que para saber que hay lugares y situaciones a los que no correspondo, porque en ellos necesitaría cambiar alguno de los aspectos que en mí no están sujetos a discusión. Es, en general, algo como llevar un paso más allá el proyecto de mi vida, a favor de construir a través del tiempo la más importante de mis herramientas para salir adelante: yo mismo.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Y ESA LUZ?... ES TU SOMBRA!

ninocrono dijo...

En realdiad no quisiera escribir nada, pero no puedo evitarlo. Por un lado siento cierta "inconformidad" por haber leido este texto, donde te expones tan así, tan tú, tan Hp! Y el haber leido o saber esto, sin haber solicitado permiso (¿será mi moral la que me hace pensar esto?), me hace sentir como morboso, al enterarme de cosas que si bien, una vez más no me concoes, aquí escribes...
However...
Confieso que eres genial. No sé, aún no te conozco como para llenarte de calificativos y etiquetas o al menos usar las que tu mencionas, sin embargo a lo largo de los textos que he leido y lo poco que te conozco, creo que lo que dices aqui eso eres y supongo que mucho más. Y respecto a esto, sabaes una cosa, wow!!! C'est incroyable!!!

Por el momento, yo no tengo, un espacio, donde tu puedas al igual que yo, conocerme a traves de mis palabas, sin embargo, lo que te puedo decir es que:

ninocrono dijo...

¡Viva el sarcasmo, el hedonismo, el ser esteta, la vanidad, al amor propio, la busqueda de más y la no conformdiad! ¡Viva la amistad, el amor y la vida!

Pues, al parecer, eres la primera persona que tengo el gusto de conocer (y no conocer) que vive, disfruta, cuestiona, goza, provoca, observa, crece, conserva, promueve, grita, calla, etc,etc,etc... por que sabe que lo puede hacer y por que lo hace por que lo desea hacer.

Et ça, Monsieur Hernán, c'est n'est pas très courant le trouver actuellement. Merci, de m'avoir passé ton e-mail et ... bon, mieux je me tais....à la prochaine