Sutra vitaminado.

Para quienes no se atrevían a preguntar, voy en seguida a sacarle provecho a mis súbitas vacaciones para, a lo largo de un sutra bien vitaminado, platicarte que onda con esos diminutos nutrimentos que se ocultan en todos y cada uno de nuestros alimentos; los que sin empacho se mezclan tan bien con el agua y como con el aceite.

Te presento a: Las Vitaminas!

Las vitaminas son sustancias químicas necesarias para el crecimiento normal y permiten evitar ciertas enfermedades. Están contenidas en los alimentos de origen animal, como en los vegetales, si bien en éstos últimos son más abundantes, particularmente en los vegetales frescos y las frutas. Se clasifican de acuerdo a su capacidad de disolución en lípidos (vitaminas liposolubles) o en agua (vitaminas hidrosolubles). Las vitaminas liposolubles, A, D, E y K, suelen consumirse junto con alimentos que contienen lípidos y, debido a que se pueden almacenar en la grasa del cuerpo, no es necesario ingerirlas todos los días; sin embargo, si dejaran de incluirse las grasas en la dieta, muy probablemente surgiría una carencia de algunas de estas vitaminas. Las vitaminas hidrosolubles, la mayoría de las que integran grupo B y la vitamina C, no se pueden almacenar y, por tanto, se deben consumir con mayor frecuencia, preferiblemente a diario.

Participan en la formación de hormonas, células sanguíneas, sustancias químicas del sistema nervioso e, incluso, material genético. Las diversas vitaminas no están relacionadas químicamente, y la mayoría de ellas tiene una acción en nuestro organismo distinta. Por lo general actúan acelerando o posibilitando los procesos químicos dentro de nuestro cuerpo, combinándose con las proteínas para crear enzimas activas que a su vez producen importantes reacciones químicas. Sin las vitaminas muchas de estas reacciones cesarían por completo.

La vitamina A es fundamental para la vista y el bienestar de la piel, el cuerpo la obtiene ingiriendo vegetales como zanahorias, brócolis, calabazas, espinacas, coles y papas, o en alimentos de origen animal como la leche, la mantequilla, el queso, la yema de huevo, el hígado y el aceite de hígado de pescado. El exceso de esta vitamina puede detener el crecimiento, afectar la menstruación, perjudicar los glóbulos rojos de la sangre y producir erupciones cutáneas, jaquecas, náuseas e ictericia.

Las Vitaminas B, conocidas también con el nombre de complejo vitamínico B, son sustancias solubles en agua, varias de las cuales son sobre todo importantes para asimilar los carbohidratos.

La tiamina o vitamina B1, permite que los carbohidratos liberen su energía y facilita la regulación de las funciones nerviosas y del corazón, se encuentra en las vísceras de cerdo, en los cereales, las legumbres, y cuando no se ingiere en suficiente cantidad, puede ocasionar problemas cardíacos, debilidad muscular y mala coordinación.

La riboflavina o vitamina B2, al igual que la tiamina, actúa en el metabolismo de los hidratos de carbono, grasas y especialmente en el de las proteínas. También actúa en el mantenimiento de las membranas mucosas. La encontramos en los productos lácteos, el hígado, huevos, cereales y las legumbres, pero cuando no ingerimos lo suficiente, la carencia de riboflavina puede causar irritación ocular, inflamación y la ruptura de células en la piel.

La nicotinamida o vitamina B3, participa también en la liberación de la energía de los nutrientes. Entre las fuentes de esta vitamina se encuentran el hígado, carne magra, cereales, legumbres y su carencia puede ocasionar dermatitis, diarrea y algunos trastornos mentales.

La piridoxina o vitamina B6 es necesaria para la absorción y el metabolismo de los aminoácidos, también actúa en la utilización de grasas del cuerpo y en la formación de glóbulos rojos. La podemos tomar de los cereales, las verduras y las carnes, cuando nos hace falta puede originarnos cálculos renales, problemas en la piel y hasta convulsiones.

La cobalamina o vitamina B12, es una de las vitaminas descubiertas recientemente. Es necesaria en cantidades extremadamente pequeñas para la formación de nucleoproteínas, proteínas y glóbulos rojos, y para el funcionamiento del sistema nervioso. La encontramos en las carnes rojas, verduras y cereales, y su carencia ocasiona anemia y algunos trastornos neurológicos.

El ácido fólico o folacina es una vitamina necesaria para la formación de proteínas en los músculos y la sangre; su insuficiencia en los seres humanos es muy rara.

La vitamina C es importante en la formación y conservación del colágeno, la proteína que sostiene muchas estructuras corporales y que representa un papel muy importante en la formación de huesos y dientes; también favorece la absorción de hierro procedente de los alimentos de origen vegetal y fortalece el sistema inmunológico que nos protege contra las enfermedades. Algunas fuentes ricas en vitamina C son los cítricos, las verduras de hoja verde y los tomates, su carencia puede causar hemorragias y la caída de dientes.

Vitamina D es muy necesaria para la formación normal de los huesos y para la retención de calcio y fósforo en el cuerpo, también protege los dientes y huesos contra los efectos del bajo consumo de calcio, haciendo un uso más efectivo del éste y del fósforo. Está en los productos lácteos, huevos, aceite de hígado de pescado y podemos sintetizarla mediante luz ultravioleta proveniente del sol.

Vitamina E se encuentra en aceites vegetales, germen de trigo, hígado y verduras de hoja verde, participa en la formación de glóbulos rojos, músculos y otros tejidos y alarga la vida útil de la vitamina A y las grasas. Su carencia causa anemia.

Vitamina K es necesaria principalmente para la coagulación de la sangre. Las fuentes más ricas en vitamina K son la alfalfa y el hígado de pescado, que se emplean para hacer preparados con concentraciones de esta vitamina, además de todas las verduras de hoja verde, la yema de huevo, el aceite de soya y el hígado.

No hay comentarios: