Aritmética para el COVID-19

En los últimos días me he sentido bastante confundido porque me emociona la posibilidad de pasar a semáforo amarillo aquí en la Ciudad de México. Me reconforta leer que los restaurantes están abriendo y que los centros comerciales funcionan casi con normalidad, y que incluso tengo la opción de ir al cine si me siento particularmente aventurero. 

Sin embargo, cuando ya tengo un pie puesto en la calle y un tapabocas en la cara, recuerdo de súbito que el día de hoy tendremos una cantidad de muertos por día superior a la de la semana pasada y a su vez, superior a las cifras del mes pasado, y así. Cada vez estamos mejor y simultáneamente, cada vez estamos peor. 

Entonces me siento confundido, y para resolverme, he decidido hacer un contrato conmigo mismo y dejar de depender de la información que llega del exterior, porque al parecer, mi propio sentido común es más legible y confiable que la información oficial. Entonces, asumo mi responsabilidad de autocuidado y la obligación que tengo hacia mi comunidad, y después de informarme, establezco los parámetros de este pacto conmigo:

Necesito hacer lo suficiente para no contraer la infección, porque aunque pocas personas mueren debido al COVID-19, yo no quisiera jugarle a la ruleta rusa, ni exponer a mi gente al contagio a través de mi. Entonces debo lavarme las manos mucho más que regularmente, no tocarme la cara, mantener la distancia física respecto al resto de humanidad, utilizar cubrebocas y embarrarme todo cuanto me pongan enfrente cada vez que entro a alguna tienda o establecimiento. 

Necesito igualmente, que mis estrategias de autocuidado sean sostenibles hasta el final de la crisis sanitaria, que en México, puede que vaya suceder por ahí de abril o mayo del 2021. 

Yo sé que hay personas que limpian la suela de sus zapatos, desinfectan cada cosa que traen del super, utilizan guantes y así, un prolongado etcétera. Pero ¿yo podría hacer todo eso también? Si, si podría. 

¿Yo podría hacer todo eso también, durante un año completo? Aplicando la máxima de que más vale paso que dure y no trote que canse, creo que prefiero reducir mis estrategias de autocuidado a las mínimas eficientes; aquellas que puedo sostener durante toda la crisis sanitaria.

Las estadísticas dicen que muy pocas personas han contraído el virus por agarrar cosas del super, así que basta con dejarlas las viandas en paz un ratito para que el virus se desactive por sí mismo. Y si además lo dejas en algún lugar ventilado y/o soleado, mejor. El problema llega cuando agarras algo que alguien más tuvo muy recientemente en sus manos, y esa persona era capaz de transmitir el virus, e inmediatamente de haber agarrado aquello, tu vas y te llevas a la mano a la cara. Todo esa complicada cadena de eventos desafortunados se interrumpe si evitas tocarte  o si te lavas las manos. 

Mantener el aislamiento y no salir de casa es insostenible a lo largo de un año completo. Vamos a romper probablemente la cuarentena, aunque te preferencia no; pero es probable que eventualmente lo hagamos por necesidad o fatiga. Y si es una virtual realidad, entonces ¿cómo negociar con las estrategias de autocuidado para reducir el riesgo al máximo? Aquí no estamos hablando de eludir el riesgo, sino de reducir su probabilidad. 

A menos claro, que efectivamente puedas mantenerte en tu búnker hasta que el SARS CoV-2 haya desaparecido. No te preocupes, nosotros te avisamos. Dos golpes significarán “puedes salir”, tres golpes serán “me persigue una horda zombie, auxilio”. 

Entonces, ayúdame por favor con esto. Inventémonos un modelo de puntaje donde el riesgo sube o baja dependiendo de cómo diseñamos la actividad; pensemos en hacer una reunión en casa o en acudir a la casa de alguien para una reunión. Solamente por hacer una reunión en tu casa o departamento, obtienes +10 puntos de probabilidad de infectarte del virus SARS CoV-2. 

Ahora, una reunión entre 20 personas y alcohol incluido, no suena precisamente como la fórmula ganadora. ¿Tu cuantos puntos le sumarías o le restarías a este experimento? Ahí va mi sugerencia:

  • Reunión con amigos en casa +10
  • Reunión con amigos en un espacio abierto +5
  • Reunión de sólo 2 personas, con distancia física -2
  • Reunión de 4 personas o menos, con distancia física -1
  • Reunión de 5 personas o más +2
  • Reunión de 10 personas o más +3
  • Reunión con personas que se ven sanas -0
  • Dejar los zapatos a la entrada o tapete sanitizante -1
  • Ventanas abiertas, ventilando al máximo -1
  • Reunión con mascaras, cubrebocas o caretas -2
  • Gel sanitizante disponible -1
  • Volumen de música suficiente para no necesitar gritar -1
  • Reunión con comida +1
  • Reunión con alcohol +3
  • Reunión solo con conocidos +0
  • Reunión sexual con intercambio de fluidos +3
  • Dejando espacios restringidos fuera de la reunión (las recámaras, p. e.) -1
  • Dejando el área de la fiesta en cuarentena y ventilada por 24 horas -1

Otros experimentos que se me ocurren son: ¿cómo le sumarías o restarías puntos de riesgo a la probabilidad de morir si te diera COVID-19?, ¿cómo le sumaría o restarías puntos de riesgo a la probabilidad de contraer el virus si asistes al cine?

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