Sutra de mí mismo.

Erase una vez un niño pequeño, una insignificante criatura de ocho años que se sentó un día de su vida y se puso a planear. Aquél día calculó posibilidades, formuló deseos y forjó compromisos. Se sentó frente a sí mismo y, tal como lo haría un absoluto profesional, selló con una firma, a su puño y letra sobre el telar de su destino, lo que a la postre habría de ser su cercano, mediano y distante futuro. Hoy, mucho más de veinte años después de aquel comienzo, hay un hombre adulto que escribe estas líneas y que es, a la postre, la herencia fiel de aquellos días.

¿Por qué a los ocho años? Porque fue en las vacaciones del verano del 84 cuando yo morí por primera vez.

Aquella mañana de fin de semana, cuando nadie más en casa había despertado aún, me dirigí en silencio a la cocina, tomé una botella de insecticida de debajo del horno y me serví con generosidad en un vaso grande de color anaranjado; lo bebí en seguida, hasta la última gota. Si el brebaje era capaz de matar cucarachas, no había que ser un genio para intuir el efecto que tendría en mí. Posteriormente, mareado y con las peores nauseas de mi vida, me devolví a la cama.

Aquel niño que fui llegó a este mundo con ciertas convicciones: vivimos antes del momento de nacer, por eso recordamos cosas; existimos después de morir, por eso vemos cosas (algunas de ellas más bien muertas); el universo obedece a nuestros deseos y la magia es una fuerza natural. Eso es lo que yo creía.

Por eso no me costó trabajo planear mi muerte y buscar llevar mi plan a cabo; finalmente regresaría, volvería a empezar y en esa ocasión las cosas marcharían mejor. Así que bebí, me acosté, y en el letargo del insecticida reflexioné: yo no era un insecto, ese veneno jamás me mataría, pero si lo hiciera tiempo después regresaría al mundo con una nueva identidad, una nueva familia y un nuevo contexto, para repetir los mismos errores que cometía en esta vida; luego moriría de nuevo y empezaría otra vez con todo distinto, salvo mis errores; así, hete una espiral viciosa en la que orbitaría por toda la eternidad. Acaso ya era esta simplemente una vuelta más de aquella espiral.

Conforme dormía el veneno perdía su efecto en mi organismo, mientras yo paulatinamente me percataba de lo poco práctica que había resultado mi idea. Volví en mí horas después, sintiéndome al despertar francamente estupendo, pero con una convicción: si habría de quedarme en esta vida, esta vez haría las cosas bien, y mi existir dependería completamente de mí.

Entonces algo sucedió; algo se modificó en mi manera de ver al mundo, o quizá solamente en mi forma de verme a mi. Si iba a tomar las riendasde mi vida, iba entonces a encargarme de hacer lo mejor de mí, me iba a construir los recursos para vivir a mi manera y me esforzaría por mantener el control. Entonces me prometí cosas y le exigí al universo que colaborara; y el universo colaboró.

En estos momentos son las dos de la mañana de un sábado en el que acabo de llegar a casa luego de una larga caminata, parte de esta cuestión de vivir a mi manera. Caminé sin necesidad, los taxis pasaban desocupados por la avenida y mi cartera estaba en el ánimo de solventar cualquier tarifa. Deseaba caminar. Y como ocurre cada vez que camino con el fin único de comulgar con la noche, con alguno de mis pasos me llegó un insight inesperado: ¿has tenido alguna vez la sensación de haber vivido una vida entera sin siquiera haber estado ahí?

Esta noche me di cuenta de que he seguido al calce las instrucciones de un niño de ocho años; puntualmente he sido lo que él se prometió ser en su futuro, y ahora que su futuro se ha vuelto mi presente, siento que viví mi vida sin haber estado ahí… he estado contemplándola desde afuera.

No es cierto que yo sea distraído, tampoco es verdad que carezca de una estructura o que viva mi vida de manera desorganizada. No ha sido así; pero estoy tan acostumbrado a evaluar, calcular, intuir, proyectar y realizar, que no me entero cuando de nuevo estoy llevando a cabo ese proceso. Como un ajedrecista que mira la escena desde afuera del tablero, me he colocado en los escenarios que me permitan pulir mis recursos u obtener otros nuevos: no fue un simple ánimo adolescente el que me llevó a integrarme a Reino Aventura, no fue curiosidad lo que me llevó con Elba a la Facultad de Filosofía, a ser modelo trepado en pasarela, a enrolarme en el activismo de un partido político o hacerme dietista o actor. Siempre supe de antemano el objetivo que me llevaba a cada nueva empresa; lo que había de aprender y el modo en que esperaba que esa experiencia me modificara.

Los contextos en que vivimos nos transforman, cambiar en el sentido de nuestro proyecto personal implica tomar control de qué escenarios asumimos como nuestro contexto. Controlar nuestros escenarios es controlar en qué nos transformamos.

Así, me moldee según mi propio proyecto, entotal sintonía a mi propio ideal a favor de construirme una vida perfecta. En mi vida perfecta, el actor principal habría de ser igualmente perfecto, por eso, también como un ajedrecista que evalúa su juego, evalué y he analizado a detalle cada relación que sostengo con los demás desde una perspectiva exterior, una que contempla al otro, a mí y a ambos en conjunto. Conozco a detalle las reglas sociales y qué conductas u omisiones desencadenan tales o cuales reacciones en la interacción. He sido un excelente jugador y, hasta ahora, llevo ganada mi partida.

Hoy veo que soy más el que está fuera del tablero que la pieza que se mueve entre las casillas, más el proyecto que el actor, más un personaje que persona.

Y si he de continuar con la franqueza, la evaluación que hago de lo hasta ahora obtenido es para mí un gran saldo a favor: soy un hombre de cultura superior a la media, de proporciones físicas positivamente notorias, inteligente, hábil en lo interpersonal y con una red social envidiable; conozco hombres y mujeres admirables, he vivido experiencias únicas y soy poseedor de historias que podría contar por mil y una noches enteras. Sin embargo yo no he estado ahí, ni he gozado de los frutos de todo ello.

Va una metáfora: creas en el juego de video un avatar virtual a tu gusto, con el tipo de cuerpo, las habilidades, la raza de tu elección y los recursos que mejor te parezcan, y recorres los mundos del juego nivel a nivel para salvar obstáculos y adquirir experiencia. Al final llegas al nivel último y vences el reto más complicado, ganas el juego. Pero no eres tu quien ha llegado, ni eres el que ha ganado; todo lo hacías virtualmente a través de tu avatar.

Puede ser que en algún momento hayas sentido que deje de escribir para explicarte a ti lo que voy teniendo en mente en estos momentos, puede ser. La verdad es que hace unas líneas empecé a escribirme a mi y a hilar con renglones las ideas que hasta ahora jamás había pensado. ¿Qué si efectivamente he vivido mi vida de manera virtual? Me parece un cuestionamiento sensato; una advertencia y una oportunidad; pero no, de ninguna manera una sentencia.

A decir verdad, tampoco es una queja: al día de hoy estoy satisfecho con cuanto y como he vivido, soy admirado, me siento muy querido por más de una persona, me gusta el mundo que he erigido a mi alrededor y me veo con los suficientes recursos para hacerle buen frente a las desavenencias que pueda tener de cuando en cuando con la vida. Todo está bien. Cuando me detengo a mirar el estado del tablero y reflexiono acerca del modo en que se ha desarrollado el juego, me maravillo frente a lo que he conseguido, y esa sorpresa es un deleite.

No cuestiono el que haya estado mal haberme salido de mi vida para poder conducirme a través de esa extraña dualidad por el camino de mi crecimiento o evolución personal, no digo que haya estado mal vivir de esa manera. Lo que afirmo es que ha llegado el momento de meterme al tablero y fundir en uno solo a la persona con el personaje; es el momento de sentir con mi espíritu lo que he logrado, enterarme que fui yo quien logró estos éxitos, reconocer que esos amigos que me buscan son mis amigos y que es mía esta historia que es a veces heroica y a veces como un cuentito cursi de Danielle Steel.

Llegó el momento de meterme en mi propia piel y vivir. Tal vez antes no era necesario, pero ahora he cumplido 33 años y eso amerita una nueva forma de hacer las cosas; finalmente ya he cumplido con cuanto compromiso hice a aquél niño que otrora fui.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Hernan creo que en unas cosas estas muy bien enfocado pero en otras no has encontrado el rumbo,tienes que ser menos egolatra.

Hernan Paniagua dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Hernan Paniagua dijo...

Pero, ¿porque me retroalimentan desde el anonimato? Asi no sabe, caray.

Dejame ver si entiendo la idea: ¿insinuas que soy un poco ególatra?, ¿básicamente tu comentario es que soy un poco egolatra?

Muy bien, dejame decirte, estimad@ Anonim@, que aprecio tu opinion, pero no necesito clavarme demasiado en si es correcto o no lo que afirmas; me esta claro que aunque tu vision de mi es parcia, tienes toda la razon.

Y si trato de bajarle, lo juro!!

Y si, tambien tienes los dedos llenos de razon cuando afirmas que hay cosas en las que estoy francamente extraviado; justo hace un par de dias hablaba con un amigo acerca de la poca idea que tengo de las relaciones de pareja.

Ojala la vida viniera con manual... uno bueno, digo.

Como sea, trato de aprender y encontrar rumbos... en parte para eso es este blog: para encontrar - me conmigo. No tengo todas las respuestas, pero le echo ganitas en eso de buscarlas.

Si cancelara de zopeton mi egocentrismo, este blog desaparecería, regalaria mis bienes y ascenderia al Nirvana. Creo que algo de egocentrismo esta bien; ¿que tanto es tantito?, ¿que tanto es suficiente?

Creo que la cuestion es encontrar la mesura adecuada; no ser "el amo del mundo" al estilo Chaplin, pero tampoco el asceta montaraz instalado en su psicosis.

Ahora mismo me voy a la cama pensando en eso. Quiza escriba en unos dias al respecto, a ver que sale...

Gracias por la critica mr. Anonimo.

Anónimo dijo...

Mi buen, tu fijación por el insecticida me encanta.
Me parece raro que tan temprano pensaras en volver a empezar, yo apenas recuerdo tener conciencia de lo absurdo de la vida a los 11 años llorando solo en el cuarto de servicio junto a la lavadora y la secadora, como sea nunca se me ocurrio meterme ni a la primera ni a la segunda para solucionarlo jajaja, pero yo creo que no has vivido fuera de ti y lo sabes, llegar a donde has llegado y ser como eres, cuesta hombre, y no creo que nadie pueda hacerlo contemplandola desde fuera. Ese niño de 8 años fue el inicio de el gran tipo , raro y gracioso, pero muy listo que ahora eres. Saludos amigo.

Anónimo dijo...

Ahora , pasando un poco a aquello que dices de crear un personaje y convertirte en el , me identifico contigo, pero en mi experiencia el haber sido una persona un momento y ver que puedes transformarte en otra y en otra te otorga la libertad de saber , que no importa que seas un borracho de cantina, un intelectual o un naco, siempre vas a encontrar un camino, y puedes probar ser cualquier cosa que deses ser. No lo veo como ser un personaje, sino aprender a actuar , analizar las reacciones y jugar a ser diferentes personas sin perder lo que tu yo basico es, tú eres tus reflexiones, de alguna manera tu cerebro siempre estara como dices afuera del tablero, y ahi esta bien, el cuerpo es solo un instrumento para experimentar la vida. ¨Un adorno prestado para este mundo¨

Lillith dijo...

Puedo imaginar tu cuerpo recorriendo la avenida, enmedio del silencio de tu propio ser y el inoportuno ruido del tráfico del amanecer. Eres un ser de la noche que se alimenta, no de la sangre, sino de tus ansias por descubrir más allá de los seres humanos: lo impenetrable de sus pensamientos. Mantén ese cuerpo, que es la envoltura perfecta de tu ser, en las mismas condiciones: sensual,atrevido, invitante a poseerte...tal y como lo deseo

Lillith dijo...

¿Veremos hoy tu felino cuerpo deslizarse? Eres una sicalíptica adicción

Anónimo dijo...

Hernán de verdad que a veces eres tan arrogante y narcisista. Pareciera que te montas unas historias tremendas y gordas solamente para demostrar tu buena gramática. Pareciera que buscas justificarlo demasiado con un contexto sin encontrarlo, siempre recalcando los muros llenos de los libros que has devorado. Gozas contando detalles como el del insecticida y cosas similares en tus historias -no sólo en ésta- y vas hasta el delirio narrando que sólo tenías 8 años, como si contarlo con tanto adorno narrativo te hiciera una persona profunda. Eres una persona con contexto, eres profundo y elocuente, está clarísimo. Ahora cuéntanos algo, me refiero a algo que nos diga algo verdaderamente de tí. Me gustaría leerte como en realidad eres, mostrando conscientemente lo vulnerable y sensible que eres. Sé que no aceptas la crítica fácilmente. No la descalifiques en esta ocasión, que es con cariño. Denotas que escribes como un ejercicio para tener contacto contigo mísmo de un modo tangible. Sin embargo, no pierdes nunca de vista que te leemos algunos -yo, muy rara vez, lo recalco a propósito- Desnúdate más, eres exhibicionista. De esa manera podremos darte verdadera retroalimentación. Te quiero.

Hernan Paniagua dijo...

Espera!, ...volvamos a lo de mi buena gramatica. ¿En verdad crees que es buena?

Y no me malentiendas, no trivializo tu comentario o el de nadie mas en este espacio, pero creo que nadie espera que tome en serio una critica acerca de mi arogancia, o acerca de que debo mostrar mas de mi mismo o franquearme mas de lo que lo hago, cuando quien hace la invitacion firma como "Anonimo".

Agradezco que digas que me quieres, creeme que se siente bien bonito que te lo digan, pero ¿quien es quien dice que me quiere?

Es facil pedirle a alguien que se exponga tal cual es cuando la solicitud llega sin remitente.

¿Me explico?

Gracias por tus comentarios, le dan pluralidad a mi espacio. Todas las criticas aqui se quedan y soy incapas de borrar ninguna por no sintonizarse con mis argumentos... pero la calidad de la respuesta que yo de, dependera de aspectos como este.

Como sea, ¿crees que deba dejar a un lado los libros, el incecticida y lo que llamas "mis delirios" como temas para mi blog?

Anónimo dijo...

Hernán, mira, no trivializas, creo que descalificas, sólo porque no tienes mi nombre tal y como TÚ lo quieres, pero no es que lo esconda, de verdad. No, no creo que especialmente tengas buena gramática. Era figurativo. Me refería más bien a tu adorno narrativo.
Esta cosa me pide que cree una cuenta en donde tengo que poner información personal para poder poner mi nick y/o identidad y la verdad no lo voy a hacer porque me da flojera. Si pongo el click en "anónimo" es porque inmediatamente se publica comentario. Lo que sí hago es leerte rara vez porque me gusta.
No sé por qué te obsesiona tanto saber quién soy. Yo no soy quien hace pública su vida y quien tiene necesidad de escribir, ni busco retroalimentación, porque me da flojera..soy huevón... tengo otras técnicas.
Si no quieres tomar en cuenta mi comentario sobre tu enooorme arrogancia, pues tampoco es un gran problema, bien por tí. Ahora, si te hace tanto ruido la mentada arrogancia, pues piénsatelo, eres tú quien quiere mejorar.
Si quieres saber quien soy para poder tomar en cuenta mi choro te lo digo, no tengo pedos. Buscarás maneras de salir victorioso de todos modos. Finalmente, yo no creo que importe mi identidad. Lo importante es el contenido de lo que te digo y si te checa en la cabezota. Y sí si te quiero canijo..te quiero mucho, si supieras...TE REPITO QUE ES CON CARIÑO Y RESPETO...Ya me has hecho escribir mucho y no creo hacerlo más por un ratito, porque no tengo tiempo, sale? . Adios chamaquito hermoso...Caramba!, no se te puede criticar nada hombre!!!

Anónimo dijo...

Veo que otro anónimo te llamó "ególatra" (es el primer comentario). No era yo..ehhh? y sí lo del insecticida está bien y los delirios y todo lo demás está bien.
Has mencionado "retroalimentación" en tu "blog" y yo te la dí..no mencionaste reglas para dártela. Está padre tu blog tal y como está.
Es un inusual arranque de arrogancia, pero no para retroalimentar nada cuando no te muestras con tu vulnerabilidad, que en el fondo denotas.
Entonces ten eso claro y como tal está chido, pero el próposito que probablemente le des lo dudaría hasta este momento. Ushhhh! me has hecho escribir mucho.....daaahhh besos..

Anónimo dijo...

Bien, digamos que lei todo lo qu dices de ti, podria decirse que me gusta tu forma de pensar y escribir y mas una ponerme en tu papel... pero me quiero contestar a mi mismo una pregunta... hay algo que no me queda claro... yo a mis 34 años, de fisico muy admirado y de mente muy centrada y abierta,empresario, querido y admirado, quien tambien construyo un sim y le dio una vida compleja.... dime y espero puedas aconsejarme en esto, como puedo vivir mis ultimos años a plenitud... porque tu pareces ser un experto en ello, o si no un experto si alguien que por lo menos sabe mas de la vida que yo... si yo me voy a morir en poco tiempo y no estoy enojado ni peleado con Dios, estoy un tanto enojado conmigo mismo por tener miedo a hacer cosas. algunas de ellas que tu has hecho, como caminar o escribir, o buscar palabras concordantes que den sentido a lo que pienso, yo quisiera poder ser un jugador de mi tablero de ajedrez, mas ya no puedo sino mirar desde el otro lado. soy gay y soy 0+ hay una formula queme haga despertar sin tener que tomar venenop de insecto. Alguna vez quise acercarme a ti , para que me enseñaras un poco de eso que dices vivir y me hechaste de tu vida de la misma manera en la que se hecha a un gato que de manera fortuita llego a tu puerta.. mas aun asi, no encuentro a nadie que me inspire a seguir adelante es por eso que es mi insistencia, hoy desde el anonimato.... No jamas te volvere a molestar, ni a hostigar que si en efecto lo hice pero la razon era justificable, pero ojala hubiera tenido la oportunidad de platicar contigo, se que jamas la volvere a tener... simplemente leer tu bloog me hace olvidar y vivir una vid que no es mia... gracias por escribir y dejarme vivir y si aun te quiero.

Hernan Paniagua dijo...

Me encantaria ser experto en algo! ...al menos espero que al final de mis dias llegue a ser experto en mi mismo.

Respondo:

Hola Anónimo!; no estoy seguro de que las cosas que yo haga como escribir o caminar te puedan a ti servir de algo, puede que si... pero no hay garantias. Se trata de que lo que a mi me funciona, no necesariamente le funciona a los demás.

Vives con VIH? Hablas de que estas en tus ultimos años. En que te basas? ...porque ya paso de moda esto de acrtarse la vida por tener VIH; pero si tu estas seguro de que moriras pasado mañana, probablemente asi sucedera. Y no esta mal.

Quien decreta cuando te mueres? Dios? ...sabes cuando ha dicho el que moriras?; los medicos? ...te han dicho ya cuantos meses tienes de vida? Tu? ...si, es el único pronostico en el que puedes confiar.

Cuando se vuelve un hecho que habras de sucumbir al VIH, cancer o de lo que se trate, y estas seguro de que así será, entonces puedes sentarte a esperar que tu creencia se manifieste; que tu profesia se cumpla a si misma.

Entonces viene la tranquilidad, una paz con tintes de resignacion... pero no la plenitud.

¿Que te eche de mi vida? Vale, que dado que ignoro quien eres puedo hacerme wey. Lo que aggregare es que nadie esta obligado a incluirte en su vida, ni nada te obliga a integrar a otros a la tuya... asi funciona!, vamos haciendo elecciones y a partir de ellas estructuramos palmo a palmo en mundo en el que nos acomodamos. Elegimos.

Elegimos ser autocondescendientes y regodearnos en el dolor del infortunio... esta bien. El dolor hay que sentirlo porque es parte de este rollo de estar vivo; pero no te quedas ahi.

Te leo apachurrado y deprimido. Es una parte de la transicion y ya pasara; y si los dias transcurren y la tristeza no pasa, entonces echala fuera... enojate conn ella, no contigo, exiliala de tu existencia y dile a la vidda quien manda.

Ok, dices que moriras en breve. Me parece estupendo!! Si moriras en unos meses entonces ya no tienes NADA que perder. Sal a la calle y riete con la gente en las asceras, dile a tu amor platonico que le quieres dar un beso, pidele a un ancianno que te regale una historia... inventate una vida nueva, has lo que siempre quisiste hacer...

Si vas a morirte la vidda entonces te da fuero. Que es lo peor que puede suceder? Que te den una patada por el culo? dejara de doler en breve; que se rian de ti? quien se burle tambien, como tu, tarde o temprano se va a morir...

Te dirre un secreto: nadie que conozcas va a salir con vida de esta experiencia que es vivir. Entonces, porque tomarse las cosas TAN en serio?

Que te eche de mi vida? Mandame a la goma!, que no soy en lo absoluto la persona mas interesante, ni la unica, en este gordo mundo. Que vas a morirte? Si, no acababas de nacer y todo el mundo ya sabia que te moririas... y que con eso?

Que te inffectaste de VIH? Cambia tu vida, transformmate... se lo que siempre has quuerido ser y, hasta hoy, no te lo has permitido. Eres tu quien no ha deseado lo suficiente las cosaas, por eso no las has hecho.

Te reto a averiguar NETA quue es lo que deseas; descubre que se te antoja hacer con tu vida y lanzate. No hay pierde!; te vas a morir de todos modos.

Quieres plenitud? ...helo ahi. Descbbre lo que mas deseas y lanzate a por ello. Cuanndo veas que estas en camino sentiras en tus labios el sabor de la plenitud, la brisa en la piel o entre tu cabello; tendras ganas de reirte como un estupido y querras más... y mas... y te veras embarcado en una aventura.

Vivir es eso, una aventura; y no hay quien habiendo empezado el viaje de su vida se desee morir... y si se muere, no morirá como otros lo hacen: muertos de vergüenza.

Tu eliges; la vida no acaba sino hasta que la gorda canta.

ninocrono dijo...

WOW...

Yo quería poner algo sobre tus lineas, pero no pude evitar leer lo que publico, Anónimo 2 y tu, decidieron dejar... jojojojo.

Y ahora ya no sé sobre que comentar, si sobre tu sutra o tus comments... mmm es uns disyuntiva interesante y que a la vez no se porque, pero me gusta, JAJAJAJAJA.

No, ya... creo que o de plano amigo, tienes tantos admiradores que ya no sabes quien realmente es Anónimo 2 o que en realidad ya sabes quien es. En todo caso, las palabras de anónimo, me dejan pensando sobre el efecto que uno puede tener sobre los demás, sin percibir el alcance del mismo. Me ha pasado y por lo que veo te ha pasado.

Para mi está claro, que lo bueno o malo que percibimos en los demás, no es más que un reflejo de nosotros mismos. Si creo también que tienes algo de egolatra y narciso, pero creo que en la adecuada dosis. No en exceso. Porque en todo caso, dime ¿Como amar o querer o admirar a alguien más, sin haberte quererido o admirado antes? Uno imaginará estar dando lo que no tienes, pero es sólo eso, una ilusión, porque al final uno no puede dar lo que no tiene.

Respecto a Anónimo 2, me deja pensando una vez más, sobre la ironía de la vida de las personas. A pesar de su preparación y asertividad en muchas area de la vida (económica, social) al parecer le falló en una parte y ahora vive una experiencia que si bien no es la mejor, es muy fuerte y además crítica.

No soy un experto en la materia, Anónimo 2, pero lo que tu creas eso sucederá. Si crees que te queda poco tiempo y que este tiempo será doloroso y triste, te aseguró que así será. Si crees que es una oportunidad de cambio, de retroceder y verte a ti, que no es el fin y que tienes la oportunidad de resarcirte así será. Lo único que te comentó es que conozco personas con VIH que llevan viviendo 15 y 12 años y todavía estan por acá, pero también muchas otras que descansaron en poco tiempo.

Enfin, Hernán, si creo usas muchos adornos para escribir y tienes cierta forma de narrar y de exponerte, que en lo personal me gusta, pero, tambien creo que sin eso, no serías Hernán, jojojojojo.

Un abrazo